Es habitual que alguien se pregunte por qué es tan importante la lectura de cuentos infantiles. Como comentamos en el post anterior (pincha por aquí para leerlo) la literatura infantil resulta un recurso de importancia indiscutible para el aprendizaje de las emociones, valores, normas, tradiciones, suscita percepciones, ayuda a forjar el lenguaje, la creatividad, amplía el conocimiento...
Reyes (2003) dice que vincular los libros con el afecto de los seres más importantes y queridos permite crear un nido emocional.
Por otro lado, Guiomar de León plantea la posibilidad de reconocer y trabajar las emociones usando como vehículo los cuentos, porque estos tienen un fuerte impacto pedagógico.
Son muchos los artículos y libros que podemos encontrarnos sobre este tema. Todos ellos constantan la importancia que tiene la literatura infantil en el desarrollo afectivo-emocional.
Goleman (1996) indica que la inteligecia emocional constituye un factor decisivo para el éxito en la vida. Por ello, la inteligencia emocional constituye un componente vital para el bienestar emocional de los más pequeños, pero sin duda también, del adulto.
Por medio de la literatura los niños experimentan con las diversas emociones que en los cuentos se transmiten desde un ambiente de seguridad y calma.
Dentro de la lectura de cuentos, nos encontramos con la importancia que impregna la acción de mediar la lectura por medio del adulto, porque los beneficios que la acompañan respecto al desarrollo afectivo-emocional son inmensos.
Mora (2012) nos explica que las emociones pueden facilitar o dificultar la transmisión de conocimientos. Por eso es tan importante que cada uno de los aprendizajes broten de la emoción.
En el acto de contar un cuento, se vuelve fundamental la manera en la que se cuenta.
Tanto en casa, como en las aulas, es importante que se le cuenten cuentos a los niños y niñas. Es cierto que en las primeras edades es habitual, sin embargo, según pasan los años y el niño/a aprende a leer, se pierde la constumbre, hasta abandonarse este hábito.
Contar cuentos no tiene porque ser una tarea centrada solo en las primeras edades de infantil, niños y niñas de primaria lo disfrutan y aprenden, siempre y cuando sepamos captar su atención, seleccionar un cuento adecuado yadaptar nuestra forma de narrar a la capacidad de aquellos a quienes nos dirigimos.
Riquelme y Munita (2011) definen al mediador de la lectura como "un adulto que facilita los primeros acercamientos del niño al libro, en un proceso en el que prima la afectividad y la creacción de un momento de lectura acogedor y gratificante".
La literatura narrada nos ofrece una gran cantidad de interacciones repletas de emoción y afecto. El cuento por sí mismo ya contiene componentes afectivo-emocionales en las acciones que suceden en la propia historia. Pero lo más importante es aquello que sucede durante el momento de la lectura, el contexto en el que se desarrolla y el diálogo que se establece, porque ahí es donde se sitúa realmente la emoción. (Morón, 2010)
Por eso, decidí lanzarme al vacío con este proyecto, para captar la atención de los más pequeños dentrás de la pantalla. Para ayudarles a aprender, a desarrollarse, pero sobre todo para causar emoción e irradiar el afecto que tanto necesitas. Porque el afecto y la emoción nos mueve, es nuestro motor.
Paula y Leo, el león 🧡💚
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